viernes, 12 de marzo de 2010

A quien pueda interesar...

...que serán pocos.

Y lo serán porque lo que pretendo exponer aquí no es más que las suma de mis reflexiones personales. Esas que día a día llenan los vacíos del diálogo interior.

Desde la torpeza (la propia y la ajena), desde la ilusión, desde el frío razonamiento lógico y desde la respuesta visceral y emocionada. Lo que quiera decir, lo que crea que debe ser dicho y lo que muchos crean que debería callarse.

No pretendo imitar a Delibes, cuya pérdida lamentamos hoy; sólo intento dejar de silenciar lo que antes no tuve oportunidad de decir.

Escribir, escribir siempre, escribirlo todo, y esperar a tu voz. La voz de quien lo lea. Esa que será en última instancia la que le dé forma a lo escrito y convierta en auténticas palabras lo que sólo son garabatos en negro sobre blanco.

Será tu voz la que devolverá el tono, el énfasis, las pausas... la que tornará texto en lenguaje. A veces susurro, a veces grito.

Así pues, en vuestras voces queda, lectores, llevar mis palabras al jardín de la belleza, o hundirlas en las sombras de la miseria literaria.

Con afecto y gratitud por el tiempo dedicado.

Diego Díaz.

3 comentarios:

  1. The only one!

    Soy tu primera seguidora y por el momento única jajaja pero no importa a mi me encanta cómo escribes asi que aunque sólo sea por mí, no lo dejes... ¿te acuerdas de "Ella"?

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu comentario.

    Sí, claro que me acuerdo de "Ella.", aunque no sabía que hubiera tenido muchos lectores.

    Igual un día me animo y la publico por aquí (dividida en capítulos, eso sí).

    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar